· Ganadora del Rubén Darío, clama por la solidaridad femenina; es un libro de la española Helena Cosano y está basado en la vida de la Santa; provoca a repensar el papel histórico que le han asignado a las mujeres
Rebelde, libre, traviesa, juguetona, inteligente, divertida y progresista, son algunas de las características que Helena Cosano descubre en la figura de Teresa de Ávila, la Santa, quien protagoniza su libro «Teresa, la mujer«, presentado en la Feria Universitaria del Libro, FUL 2016, organizada por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), la cual culminará el 4 de septiembre.
En esta ficción novelada que editó La Esfera de los Libros, Helena Cosano, relata la vida de Santa Teresa y provoca a repensar el papel histórico asignado a las mujeres, pues asegura que en muchos casos son las propias féminas las principales detractoras y enemigas.
«A lo largo de la historia las mujeres no hemos sabido unirnos, nos han educado para ser enemigas, para atacarnos. La vida de Teresa es una lección histórica, tenemos que ser hermanas y no rivales. Ella fue muy atacada por las mujeres de su tiempo, sus propias hermanas fueron sus principales enemigas, porque no era una mujer sumisa», explica la autora.
La española ganadora del Premio Internacional de Literatura Rubén Darío, invitó a los lectores que acudieron al Auditorio Josefina García Quintanar del Polideportivo Carlos Martínez Balmori, a descubrir en las páginas de su libro las facetas desconocidas de esta mujer, más allá del misticismo y los prejuicios que rodean su historia.
Colocando a la Santa en las últimas horas de su vida, Helena Cosano aprovecha el pretexto de la agonía para recorrer la infancia, juventud y obra literaria de su protagonista y partiendo de documentos históricos reconstruye la vida de la también escritora, a quien equiparó con la mexicana Sor Juana Inés de la Cruz.
«Teresa fue una mujer que rompió los cánones de su época, los prejuicios, la represión, porque no era una mujer dócil. Tuvo la valentía, energía y fuerza para cuestionar a la Iglesia del Siglo XVI y fundar la orden de las Carmelitas Descalzas. Fue perseguida por la Inquisición y sus propias hermanas fueron sus principales enemigas. Hoy a 500 años de su muerte, es recordada y reconocida, y sus enemigos están en el olvido», describió.
Helena Cosano explicó también que incluso el hecho de convertirla en Santa es parte de la estrategia de la época para restarle la potencialidad rebelde y asimilarla como parte del sistema, porque criticaba a la Iglesia y su riqueza, llamando a la regla primitiva del voto de pobreza y la soledad voluntaria como el único camino posible para encontrar a Dios.